Nuestro buen amigo Josep nos ha regalado esta botellita de single malt, un escocés con una curiosa y divertida peculiaridad. ¡Era el whisky que bebía incesantemente el Capitán Haddock!, je,je... En fin, lo metimos un ratito en la nevera y lo sacamos para servir a 11°C y proceder con su valoración.

VISUAL: Bonito color amarillo oro y con reflejos ambarinos. De lágrima escasa, lenta y gruesa (89).

OLFATIVA: En nariz se nos antoja bastante floral con aromas de lavanda y con un toque cítrico a corteza de naranja. También asoman notas frutales de albaricoque y níspero y otras tropicales de piña. Seguimos oliendo y encontramos apuntes dulzones a miel de azahar, algo de caramelo quemado y un puntito a frutos secos (nueces). De fondo son los recuerdos amaderados los que adquieren notoriedad con una intensidad media-alta (92).

GUSTATIVA: En boca tiene un gran punch y gran amplitud, cremoso al tacto de entrada y con una sensación astringente en su paso por boca. Los aromas retronasales son similares a lo percibido anteriormente con fragancias florales, de fruta con hueso y de montebajo. El post-gusto nos trae sabores licorosos que recuerdan al amaretto (almendras amargas) y con un fondo muy elegante en donde el roble, al igual que en su fase olfativa, se erige como protagonista. No habíamos probado este single malt, pero no me extraña que el Capitán Haddock se pusiera morao!! ): (92).

La RCP no la puntúo por tratarse de un regalo.

MARIDAJE: Lo abrimos en la sobremesa de una paella con amigos, con el café y en otra ocasión nos lo tomamos con un poco de chocolate con leche y almendras. Éste último maridaje me encanta y lo repito bastante. Las notas de cacao y frutos secos combinan maravillosamente con el puntito amaderado y licoroso de estos maltas. Rico, rico. Gracias Josep!!

Salud-os!!