Por experiencia propia, lo que más afecta a la evolución y vida de un vino son, aparte de sus características intrínsecas y la calidad de su corcho, a nivel exterior las oscilaciones térmicas bruscas, la luz solar y que se seque el corcho y entre oxígeno. Mucho más que la temperatura ambiente en sí (siempre que ésta no sea desorbitada) y siempre y cuando dicha situación de alta temperatura (la baja no es tanto problema) no se alargue durante años.
La prueba es que el vino que no me cabe en mis vinotecas lo tengo en una habitación que no utilizo (sí, de trastero), a oscuras, en silencio, sin oscilaciones térmicas bruscas y con una humedad relativa que supera siempre el 55%. El único defecto es la temperatura en verano. En invierno, no problem, la habitación anda en 16-18º estables que son perfectos para su conservación, en primavera y otoño anda en torno a 19-22º, tampoco es problemático. Sólo durante 3 meses al año la temperatura puede oscilar entre 22-28º en el caso más extremo pero nunca se me ha estropeado ningún vino pues los tiempos de almacenamiento así han sido de pocas semanas o, a lo sumo, 3 meses en verano (conforme bebo y vacío vinoteca, voy rellenando la vinoteca de botellas procurando dar preferencia para la vinoteca siempre a los vinos más viejos o sensibles frente a los vinos más jóvenes o de añadas recientes o que considero que por su acidez, tiempo de crianza en barrica o alto contenido en alcohol, pueden resistir mejor una temperatura ambiente algo más elevada).
Curiosamente, en los centros comerciales no se cumplen casi ninguna de estas normas jamás y por meses y años los vinos sufren altas temperaturas y luz UVA de los fluorescentes y bombillas del mismo: ayer en Carrefour estabam incluso con aire acondicionado, la temperatura ambiente a 25-27º y con una humedad relativa del 38%, alta temperatura, baja humedad relativa y cientos de botellas de vino en estanterías en posición vertical. Cuando la gente compra una botella, ésta puede llevar muchos meses o años a una temperatura alta pues en verano el aire acondicionado no baja de 25º y en verano la calefacción anda en 22-23º. La prueba del tiempo de una botella es el polvo: hay botellas que llevan una gruesa capa de polvo que indica el tiempo de dicha botella en idéntica posición soportando verticalmente, con baja humedad, relativa alta temperatura y con luz directa, el paso del tiempo.
Cuando lo traes a casa, por mucho que te empeñes en cuidarlo en una vinoteca, ese vino lleva una "mochila" de sufrimiento de meses o años en un estante con luz fluorescente, alta temperatura y un corcho en algunos casos bastante reseco ya por falta de humedad.
Uno de los pocos vinos picados que ha pasado por casa ha sido un Dehesa La Granja 2003 comprado en Hipercor (de un estante). Consumido en 2011 y muerto. Probablemente el vino llegó muerto a casa ya y ni vinoteca ni historias. Ya no he vuelto a comprar de estantes de carrefoures ni hipercores (salvo lugares como Club del Gourmet que los buenos vinos los tienen climatizados).
Lo mejor: comprar el vino directo a bodega o de tiendas/enotecas de confianza donde las condiciones de conservación y almacenamiento sean las adecuadas. Si alguna vez se compra de centro comercial recomiendo añadas muy recientes, botellas de las que hay al final (las más escondidas) que al menos se han comido menos luz directa y para consumir prácticamente de inmediato (así además, si sale malo, siempre podría irse al centro comercial con el ticket y pedir cambiar la botella o la devolución del dinero).