La cata fue a ciegas y si bien el vino me iba gustando, en boca bajaba mucho en intensidad y persistencia. Aunque en el fondo presentía que el vino tenía arrestos para más. Cuando comprobamos algo así, lo que hacemos es recatarlo más tarde, en este caso (le saque el aire con el Vacubin) fue a los dos días y el cambio fue prodigioso. La nariz se abrió por completo mostrando de forma más clara todo lo percibido y no cayendo ni un ápice, sobre todo la fruta.
En boca el vino tenía cuerpo, melosidad, tacto dando consistencia y sentido al conjunto, recupero lo que en un inicio no aparecía. En fin lo lógico o lo normal es que lo hubiera hecho antes pero es lo que hay. Un abrazo.