He hablado con varios locales a posteriori y ninguno conocían el lugar. Es un rincón secreto para unos pocos, que además son suficientes para Suso.
Una persona entrañable y que se merece el éxito que tiene. Antes de volverme le llame de nuevo para unas compras y todo fueron facilidades y una agradable conversación en torno al vino.
Todo mi vida rondando la zona de Miño-Betanzos y jamás supe del lugar..., en fin.