Es preciso que alguién te pinche de vez en cuando.
Mira que, por lo que toca al sector inmobiliario, ocurre lo mismo en Francia. Alquiler es tirar dinero por la ventana y vimimos mi esposa y yo en una casa construida en 1930 pero de tamaño razonable. Era necesario invertir en vivienda, visto que ahora - gracias a la política económica del Presidente Macron - el seguro de vida ahorro sólo devenga interés de 1%. Tenemos una casa, claro, pero no es un palacio ostentoso : una planta baja con una pequeña terraza, un jardín minúsculo y dos pisos de dimensiones modestas. Trabajo en un despacho de apenas 16 m2 - una celda de monje, según la expresión de mi esposa - pero compenso por la amplitud de mi inteligencia. El tesoro de la casa es una bodega honda, cavada en la piedra caliza y llena de polvo y de telarañas pero muy bien ventilada : temperatura que oscila entre 12 y 14°C e higrometría de 85%.
Por lo que concierne a la cultura francesa del vino, creo que los españoles se equivocan por completo porque admiran demasiado a Francia, lo que los engaña. Mira que un 80% de los franceses compran sus vinos en las grandes superficies, un 7% en una tienda especializada y el resto bebe cerveza Heinecken y Kronenburg. Casi la totalidad piensa que el rosado es una mezcla de tinto y de blanco y la gente no tiene ni la más mínima idea de cómo se elabora el champán : para resumir, los franceses no entienden ni jota de vino. Soy una excepción excepcional, capaz de hacer la diferencia, con los ojos vendados, entre un Finca Sandoval - 89% bobal - de Víctor de la Serna y un Viña Bosconia Gran Reserva.
Es obvio que Cyrano de Bergerac es un personaje mítico, tan mítico que ha ocultado al verdadero Cyrano, Savinien Cyrano de Bergerac, escritor parisino del siglo XVII, muy original, que pertenecía a un movimiento filosófico llamado librepensador o libertino. Sea cual sea, los personajes de Cervantes llevan la palma.
Soy, Señor Docente, su humilde servidor / Alain