Interesante post, una pena que hayamos perdido esas bodegas en nuestras modernas casas... he de conformarme con tener espacio para una vinoteca La Sommèliere para 48 botellas, en la que al final hay casi 60 apretadas... Me encantaría tener una bodega natural, subterránea, sería un lugar de paz y admiración por el vino además del mejor conservante desde luego.