Hay algo sobre lo cual no has reflexionado bastante, Josep : en dos garrafas idénticas puedes servir dos vinos diferentes del mismo color. Me acuerdo de una cena con gente que no entendía ni jota de vino : esta pareja bebió, sin darse cuenta de nada, un tinto de Burdeos de escaso interés pero viejo que había costado cuatro cuartos, mientras que mi hijo, mi esposa y yo compartimos un Château de Pibarnon, un gran Bandol del 89. Fue un momento histórico que ha quedado en la memoria de nuestra familia. Hay invitados que hablan por no callar y no tienen la mínima idea de lo que es un tapón de corcho : aunque protestantes - leemos los evangelios muy a menudo - seamos sin piedad con nuestro prójimo. A pesar nuestro, los humanos somos falibles.
Un saludo cristiano / Alain