Hay etiquetas muy bonitas o originales o prestigiosas que merecen ser vistas no para fanfarronear sino porque los invitados tienen derecho a saber lo que van a beber.
Muy a menudo utilizo lo que se llama Dropstop : es un disco de aluminio que se pone en el cuello de la botella y permite no manchar el mantel.
Cuando jarreo el vino en una garrafa antigua, necesito un trapo elegante para limpiar el cuello de esta garrafa : tengo una verdarera colección, porque me encantan las antigüedades, pero suelo servirme de una pequeña para el blanco y de una grande para el tinto : con el tiempo, los tintos tánicos tintan el cristal y el mejor producto para limpiar una garrafa es el vinagre blanco.
Sístematicamente, sirvo yo mismo a los comensales porque, al fin y al cabo, se trata de mis vinos y, a veces, las botellas están muy sucias - fue el caso cuando destapé un Château Pontet-Canet 2002, un Château Sociando-Mallet 1985 o un Château Carbonnieux 1990 - y no deseo que los demás se ensucian las manos.