Qué comentario más afortunado y completo, Alejandro. Sin duda, la clave de todo esto reside en descubrir el momento perfecto para disfrutar de un vino. Coincido en que no es lo mismo Burdeos, Rioja, Piamonte o Ródano (en términos generales) que otras zonas del mundo. En mi caso, como te comentaba, siento inmenso placer con los Borgoña casi desde el primer día, sobre todo con los blancos. Y luego va por épocas, últimamente abro más botellas “maduras” que “viejunas”. En todo caso, coincido contigo en la lástima de tener que estar bebiendo en estos momentos sin amigos alrededor acompañándonos y brindando con nosotros. Un fuerte abrazo y cuídate.