Antoni, has tardado en poner tu crónica un par de meses desde que lo visitaste, pero veo que el recuerdo sigue imborrable. Lo que dices se ajusta una barbaridad a la realidad de lo que es ese templo (lo del doblete con Pincelín, cuando lo hiciste, debió ser ya la repanocha) y es otro ejemplo más de esas raras catedrales que te encuentras en pueblos de Castilla-La Mancha (como Las Rejas en Pedroñeras o la Fonda de Santiago -de soltera, Casa santiago- en El Bonillo), en sitios en los que piensas que cuando se atrevieron con la experiencia le echaron mucho valor y mucho cariño a la tierra, pero este arrojo ha servido para poner esos pueblos todavía más en el mapa.