Pues va a seguir otra pronto, jejeje. Ha sido un baño de cocina tradicional, autentica y regeneradora y en buena compañía. La verdad es que no pasamos hambre y nos reímos mucho. Los vinos blancos algo maduritos, acompañaron muy bien todas las comidas. Siempre que podemos acabamos en nuestro restaurante de adopción, antes de ir a casa. Vamos a intentar seguir con nuestro ritmo de disfrute hasta que el cuerpo aguante, jejeje. A ver si un dia te animas.
Un fuerte abrazo