Pues Pepe....pensaba como tu, pero...
Tras catarlo en el showroom de Vilaviniteca BCN, y volver a catarlo ahora, creo que hay una mejoría franca, neta. Pienso que es un vino ligero, sin grandísimas elocuencias, con experiencia enológica detrás, que remarca el contexto de la bota de roble y la flor, dejando el toque del vino blanco tranquilo al estilo portugués, con las notas del "mosto" base.
Los blancos del Puerto o de Sanlúcar que elaboran bodegas conocidas (ejm: Barbadillo, Forlong,,...) son más potentes porque se centran en ello, en el velo y el tiempo. En mi opinión no creo que sea el toque buscado aquí. Este vino a temperatura ambiente mejora barbaridad.
Está claro que no eres raro amigo, eso lo se, y tienes bastante razón. Yo lo puntúo pensando más allá de mi gusto, y es verdad que me tenía previamente desilusionado.
Este año me parece que no nos vemos en VILA, pues nothing de nothing.
Saludos!