No dudo ni por un momento que los sabores serían maravillosos pero yo eso de las manitas deshuesadas lo llevo regular. Soy amigo de las manitas en salsa bizkaina, en esa salsa que se te queda pegada a los dedos. Me parece un plato que "pierde" cocinado de otras maneras.
Ese vino blanco ya es "otra cosa", ese vino es más "madurito", seguro que estaba cojo-nudo.
Yo creo que ya va siendo hora de que esos catalanes decidan colocar un monumento a los mejores clientes "restaurantiles" de la zona: Joan y MC. Un abrazo.