Es un acierto que ciertos viñadores vuelvan atrás recuperando esas variedades casi pérdidas y que por el empuje de las absurdas modas o su difícil producción se han visto obligadas al ostracismo.
Hoy sin ir más lejos me ha bebido un blanco de Tortosi y Tardana francamente vivo y muy placentero.
Saludos.