Es el único restaurante que realmente me gustó en todos los sentidos. Cocina, servicio, producto.. los precios algo subiditos, pero... no se le pueden pedir peras al olmo :-) Ese babà estaba para chuparse los dedos. Me hinché a comer babàs en Napoles.
Muy buena sorpresa con los vinos blancos italianos de crianza, probé un par o tres que me gustaron y mucho ;-)
Abrazotes