Fue un lujo de velada y nos trataron de lujo, diría yo que excesivamente bien, jeje.
No olvidemos las patatas a la brasa que nos pusieron con la carne ;-)
La opción del txakoli no era únicamente para el postre y si un vino finalizador de la cena.
Mi más sonoro aplauso para esta excepcional crónica. El lugar sin duda lo merece.
Abrazos para los dos y la próxima repetimos y cambiamos de ubicación. Propongo Ca Pepico ;-)