Joer, menuda jambre me ha entrado. Se nota que este local te apasiona, por el mimo con el que hablas (pero sin restar un ápice de claridad), por la cantidad de material gráfico aportado por el amor hacia Tomás...
Estos locales son los que deben seguir floreciendo: una cocina honesta, con buena materia prima, calidad, ingenio y un precio justo. Me da rabia tenerlo "poco a mano" xD
Un abrazo y muy buena crónica!