Hombreeeee... cuánto tiempo, amigo!
Ja, ja, ja... cómo me río con tus anécdotas. Pues mira, es cierto. No lo recordaba porque como yo era el damnificado conductor de turno pues no tomé. Pero los dos zamarros que iban conmigo sí que se aplicaron (me encanta la expresión) un par de copazos de pacharán sin rastro en la cuenta.
Ah! sí, fuimos sin reserva y el local estaba como mucho a media entrada. Debe ser por lo que dices de las fechas.
Un abrazo!