Lo cierto Eugenio es que no había leído el artículo del mundovino, un poco en la línea de los que comentábamos de la preocupación real que existe entre los productores con miras de futuro. Los cortoplacistas se frotan las manos ante la mandurez de la uva que repite añada tras añada, cuestión que ni mucho menos ocurrida décadas atrás, donde eran buenas 2 o 3 de cada 10. Pero la realidad es que el cambio climatico afecta a la evolución de viñedo y por ende al caracter del vino que se obtiene del mismo. Esa tensión y nervio que tanto caracteriza al champagne corre un cierto riesgo de "diluirse", no dificil toparse hoy en día con cuvees non dosage y que en boca dan una sensación de madurez (por no decir en algun caso pesadez) que nos llevan a pensar que están dosadas.
Los productores más sensatos comienzan aplicar técnicas enologicas y cada vez más prácticas vitícolas para evitar esta tendencia. El tiempo dirá ...