No olvidéis que es un vino de largo recorrido. Muy joven para beber todavía. Reconozco que tiene madera para aburrir pero para los que nos gusta esas notas ciertamente ostentosas de la barrica es un perfil de vino disfrutable. Creo que es el vino que ha querido hacer Alejandro Fernández y habrá que ver cómo evoluciona en botella con unos años de guarda.
En fin, para gustos colores, no?