Tampoco es mi tipo de cocina preferida ni mucho menos, pero hay que reconocer que cuando te topas con gente que sabe hacerla puedes probar cosas muy ricas, sobre todo mezclas de sabores y texturas distintas y con mucha originalidad. Este bar, pese al incómodo sistema de reservas, merece mucho la pena.
Un abrazo,
Eugenio.