Jajajaja, vaya aventura...A ver, el vino es disfrutar, sobre todo, y por encima de todo, disfrutar. Fuera una cata o un botellón, si lo pasasteis bien eso es lo que vale...Pero para hacer una cata necesitas a gente que esté dispuesta a aprender y a participar en eso, en una cata, no en una sesión de vinos a lo loco...Yo he asistido a catas/maridajes de vinos y queso con desconocidos que veías que a lo que iban a allí era a merendar (a la tercera ya no tenían ni queso ni vino....), para frustración de quién la dirigía...
La última, en la Experiencia Verema Barcelona de 2015, por la tarde, vi a un grupo de 3/4 personas en una mesa de estas de pie, con un trozo de papel de plata y unos tacos de queso...Ojiplático me quedé.
A mi padre le gusta el vino, mucho, pero no le metas en una cata, que va a ser que no...