Yo soy consumidor de rosados moderado pero siempre tengo cosas en la nevera. No puedo decir que sea un gran consumidor de estos vinos pero creo que de mi entorno estoy entre los tres primeros ;-)
Me gustan por su versatilidad, con algo más de cuerpo que un blanco sin barrica y más fáciles de beber que un tinto. Para la gran mayoría de platos que cocino, el rosado casa perfectamente.
Parece que ahora los rosados están en boga, sobre todo esos rosados ligeros de color, estilo provenzal. Me alegra, porque siempre me gustaron más esos rosados que se van hacia la fruta y no hacia las chucherías.
Interesante cata Gabriel.
Un saludo
Dani