Una vez mas hay que agradecerte estos cuadros urbano-gastronómicos. Hace como casi 30 años que estuve en Amsterdam y en aquellos tiempos, al margen de que económicamente no me podía permitir muchas "licencias", la verdad es que pasases por donde pasases solo olías a guisote con mantequilla, acabé buscando un restaurante español donde pagué en aquellos tiempos 700 pesetas por una tortilla de patata. Me alegra ver que hoy se puede disfrutar como veo que tu lo has hecho. Me prometo un viajecito para probarlo.