Vaya, vaya, pues la próxima vez que nos veamos menú de orejas y ostras, jajajaja
La comida bien, pero los vinos fueron... ni te cuento... Eugenio es una biblia enológica...
A ver si un día, encuentro tiempo para volver a Bilbao..., nos lo pasamos tan bien... y como tu no te animas a atravesar el puente...
Un abrazote Jon