Ah, ok. Me cuadra entonces, un 2001 no deja de ser un bebé para un vino de estas características. Sí, es curioso que no se cuente con la capacidad de Armando para eventos de mayor enjundia como por ejemplo Vinoble, su capacidad de convocatoria y organización desde luego que está totalmente contrastada. Inmejorable ese final en Aponiente, por lo poco que he visto creo que el nuevo espacio va a ser rompedor…
Saludos,
Eugenio.