Yo tengo un sólo recuerdo de ese tipo, vago también, en Santoña, mi madre llevaba tortilla y filetes empanados, y allá comprábamos sardinas asadas y bebidas. Pero muy, muy vago, sería crío, crío. Recuerdo las sardinas, el porrón, las mesas y bancos corridos y las brasas, el humo, con las parrillas de sardinas encima.