Muchas gracias Ferran, me alegra mucho cruzarme con forofos del champagne como somos nosotros.
Yo a Enrique le hago mucho caso, tengo la fortuna de vez en cuando de poder compartir algunos de esos viejunos que tiene escondidos en su bodega, menos de lo que me gustaría, pero cuando toca es un auténtico lujo y lección.
La semana que viene nos iremos a la Montaña de Reims.
Un abrazo