Merece la pena el viaje: mudéjar por todos lados, barrio judío delicioso, preciosa catedral recién abierta tras 30 años de restauración, plaza de toros vieja (monumento histórico que hoy ya no es coso, es patio de vecinos), garnacha a tuti plen, tapeo delicioso por el casco, un par de buenos restaurantes, BUENA GENTE... ¡lo tiene todo!