Bueno, allí no necesitan variedades foráneas, las que tienen son las de referencia en cada zona y siempre perfectamente adaptadas al terroir donde se desarrollan, en ese sentido fíjate en Borgoña, básicamente tres variedades y más de 100 AOC con múltiples vinos distintos. Solo se me ocurre el caso de la riesling y la gewürtz en Alsacia, que pero al fin y al cabo se pueden considerar tan nativas de allí como de Alemania (Sudtirol en caso de la gewürtz) y para de contar…
Es cierto que aquí no hemos sabido preservar y sacar partido a la mejor adaptación de muchas autóctonas a sus respectivos territorios y eso ha restado carácter a los vinos, algo que también ha ocurrido aunque en menor medida en Italia o Portugal.
Saludos,
Eugenio.