Rompo el fuego.
Menú perfectamente detallado, difícil destacar algún plato, quizás para mi el huevo asado y la gamba de Palamós, soy más de pescado, pero todo un lujo que ha dado su fruto con la estrella concedida. Y todavía algunos reclamábamos una degustación de jamón ( que brutos somos ).
Destacar la sencillez del chef, David García, un "currante" de primera y un enamorado de su profesión y eso se nota cuando disfruta sus elaboraciones.
En fin, muy grande lo disfrutado en Madrid.