Hola Frenchie,
una cosa curiosa de Madrid, y por una vez en sentido positivo, es que apenas a 20 minutos del insufrible asfalto se encuentra la sincera naturaleza. En ese poco tiempo pasas del bullicio absurdo a estar entre peñascos, charcos, águilas, zorros y demás fauna.
Con respecto a visitar bodegas, en fin, creo que dada la solvencia institucional lo mejor es (¡siempre!) ir a tu rollo. Llama a las bodegas que te interesen y ya está.
Saludos,
Jose