Tenéis (y digo tenéis y no tienen) en Bilbao un gran mercado, de esos que bien merecen una visita, como pasa en la mayoría de las ciudades francesas. Resulta realmente interesante darse una vuelta por estos espacios con tanto ambiente, independientemente de si luego compras algo o no. El de mi ciudad, a pesar de que lo acaban de reformar, languidece víctima de los centros comerciales y de la estupidez social. Una pena.