¡Qué grandes sesiones en este restaurante! Para mí y en vinos está en el "top 10" nacional, acompañando entre otros a Celler de Can Roca, Cigaleña, Monvinic, Atrio o Rekondo. Carlos es un tío apasionado y genial, locuaz conversador y una encicolpedia en Borgoña, sus conocimientos de esta zona son inigualables, algo que se refleja en una carta de vinos genial en la selección y muy ajustada en precio. Pero además es que se come muy bien, producto de primera y bien elaborado. Espero volver por alli cuando visitemos El Celler en noviembre.
Por cierto, los Givry de Joblot son de lo mejor que se puede beber en Borgoña con relación a su precio.
Un saludo,
Eugenio.