En primer lugar me alegra volverte a leer, Javier.
Felicidades por este post marca de la casa, de los que suman y aportan... y que algunos nostálgicos echamos a faltar con más asiduidad.
Tengo que volver a Saiti pues fui cuando hacía pocas fechas que había abierto, con el handicap que ello conlleva, aunque se palpaba el saber hacer que hay en esta casa y resultando evidente que una vez ubicados era cuestión de tiempo ir lanzados.
Un abrazo!