Las vistas, especialmente, el balcon del ángulo, es una gozada asi como caminar por el camino de la muralla.
La verdad es que sí que conozco bastante. De los que son paradores y comentas menos Jarandilla y algo lo conozco.
Me explico: hablo de conocer cuando he dormido en ellos y de los 94 paradores que hay, lo he hecho en 68 (incluido el más reciente de Lorca); he estado en 10 más en algunos comiendo (Mojacar) o de visita (Zamora). Otros, muy pocos, los he visto por fuera (como el de Jarandilla o la Gomera) pero no he estado dentro. Otros, muy pocos, ni los conozco (la Palma, Hierro, Melilla por dificultades obvias de acceso, y algunos de los más recientes gallegos.
Un auténtico privilegio de hoteles. Una cocina que procura dar protagonismo local.
Los peros: su cocina no consigue enamorar, le falta un poco de alma (¿personalidad del cocinero?). No sé si es problema del parador escuela de San Bernardo de Fresneda en Santo Domingo que imprime demasiado carácter o por qué.
Otro pero es la bodega: demasiado sobrecargo en precios, demasiado clásica en general y muy pocas opciones para un hotel de 4 estrellas de media. No creo que la carta de vinos de Ciudad Rodrigo (otro buen edificio medieval) por su comida, debe ser igual que la de Mojacar, un hotel de playa y pescaditos.
Saludos