Un gran menú, largo, variado y con algún plato original. A destacar por mi parte el ceviche de pulpo, un plato muy fresco y con la acidez que le da su forma de cocinarlo. Originales esas mollejas de ternera, riquísimas.
Y poco más que añadir sobre los vinos, pero cada vez me gustan más los Jura, y el que nos puso Alfonso estaba realmente bueno. Sin olvidar por supuesto ese Barbeito, que tan bien ligaba con las mollejas.
En conjunto, buena calidad en la materia prima con buena ejecución de los platos y excelente elección de los vinos, y es que Alfonso juega con ventaja, sabe comprar y eso se nota.
Una gran noche en la que disfrutamos de la comida, los vinos y por supuesto, de la compañia.
No quiero terminar sin proponer algún premio literario a Josep (aunque creo que el de La Sonrisa Vertical ya no lo conceden).
Nos vemos en la próxima.