¡Bravo! Me parece un "experimento" y una experiencia digna de contar.
Cuando Dani me contó esta historia en el transcurso de la cena del Canalla yo también dudé y todavía dudo. Después de leer tu interesante artículo, sólo me queda la opción de experimentarlo personalmente.
El problema, a mi entender, radica en la subjetividad del punto de hechura. Lo que aquí por las fotos es poco hecha, es lo que la mayoría interpretaría como decía el genial Ramico "asustada en las brasas" y el punto menos, tal vez por el poco hecha.
Será cuestión de visitar el Askua y experimentar en "carne propia"