He viajado por algún que otro lugar, pero si me pides tres recuerdos de mis viajes, uno de ellos sería la mañana que pasé entre estos restaurantes ambulantes de la placilla del mercado de Camden.
Había una mezcla de aromas... Se cruzaban los que despedía un africano con los de un thai y los de un turco... Buahhh!
Recuerdo que llegamos pronto y tuvimos que esperar hasta la hora legal de poder tomar un vino, creo que eran las 10.00 hr. No había manera de que nos lo sirvieran antes. Pero yo me resistí hasta que lo hicieron, no quería comer nada sin un buen vinito, la ocasión lo merecía.
Y fuimos, con una copita de chardonnay tras otra, de un puesto a otro... hasta no sé que hora.
Esos aromas y esa sensación de encontrarte en la encrucijada del mundo nunca los olvidaré.
Saludos y enhorabuena por el post.
Aurelio Gómez-Miranda.