Hace poco estuve una vez más y cada vez el placer y el deleite crece más en variedad e intensidad.
Lo de Ricard tiene un nombre y un apellido: trabajo e investigación. Y un título: El rey, el rey del sabor.
Muchos (no pocos) de sus platos y de sus fondos se quedan grabados en la cabeza. Y eso sólo me ocurre con pocos, muy pocos cocineros.
Me alegro de que tu experiencia, por fin vivida, haya sido tan buena.