En mi opinión la cocina de este local está más bien fuera de lo que es un restaurante de hotel. Es un local al lado del hotel, por tanto es de esperar que el resultado sea mejor, y lo es; y creo que, en general, es mucho más que un restaurante de hotel. Por ejemplo también lo es Komori.
Bien es verdad que su cocina nunca ha conseguido engancharme; siempre me ha parecido que si estuviera a pie de calle, incluso en el centro, lo tendría más difícil sin el aliciente de las vistas.
El precio de la cena es más que normal para este nivel de restaurante y para eventos en los que siempre sube sobre precio individual, aunque nunca entenderé por qué.
El servicio fue el esperado para la categoría del local.
La compañía de la cena más que extraordinaria.
Yo lo repetiría ya. Eso sí, me pido la camarera de la mesa de Jerónimo y compañía para disfrutar de ese buen champagne que nuestra camarera nos escatimó.
Muy de acuerdo con lo comentado de que es un momento especial y que no representa la valoración media, pero es verdad que ya queda reflejada la excepcionalidad del momento y es bueno que se sepa en otras circunstancias como cena de clausura, cócteles, etc... como se comporta la cocina y el servicio. Ahora hay muchos locales como La Embajada.. abarcando estos eventos y bueno es saber que se espera.
En resumen fue un local digno de una cena de clausura y un buen colofón al encuentro de este año. Que alguien tuviera la carne nerviosa o que en una mesa se sirvió más champagne que en otra, lo único que indica es que somos más exigentes que la media de los comensales y eso sirve para que el local se esfuerce un puntito más para buscar la excelencia.