Ni había tenido tiempo de leerme detenidamente tu comentario Antoni, y te aseguro que para mi ha sido un orgullo el poder haber podido compartir un rato con vosotros.
Desafortunadamente con los años uno va perdiendo el contacto con los amigos de la infancia, especialmente al casarse y tener hijos, cada uno tira por su lado. Por eso me ha emocionado que 14 amigos de la infancia no solo sigais con el buen rollo del que fui testigo, sino el poneros de acuerdo para comer juntos en un restaurante a 700km. de vuestras casas.
Os deseo lo mejor a todos, sois geniales, asi que por favor no cambiéis nunca.