Pues la verdad es que me apaño bien. No sé por qué pero las sensaciones que me deja el plato no se me olvidan fácilmente. También me ayudo con las fotos y alguna nota de voz, no te pienses. Pero, en general, de memoria no me puedo quejar. Además se me quedan unas cosas absurdas memorizadas a veces que es para hacérmelo mirar. Aniré al metge, ja, ja!