Hola de nuevo,
Bueno no exactamente, lo mío fue la sala y me sigue encantando la profesión. Pero con los años es un trabajo muy cansino y exigente, ahora mismo no me quejo de lo que hago pero siempre me da la nostalgia. Me parece una profesión dura pero cuando tratas con tanta gente acabas haciendo muy buenas amistades con compañeros de trabajo y algunos clientes. Te quedan unos recuerdos imborrables esa es la parte con la que uno acaba quedándose, de todas maneras tampoco es lo que era.
Felices fiestas igualmente.
Un saludo
Santiago