No lo tengo claro por que el del 64 es de un estilo completamente diferente al del 42. Me ha parecido un gran ejemplo de su cosecha, con ese nervio y fuerza tan propia. Igual va ganando en matices con los años o pierde músculo y fuerza. En todo caso hay que reconocer que se trata de vinos muy personales con un plus que no se ha vuelto a ver. Guarda bien esos Castillo del 42 que quedan muy pocos!!!