Tuvistéis suerte Eugenio y tú porque por nuestra zona, de pochas, un plato escaso (sin costillas el mío) y gracias, la verdad (incluso sin querer me mancharon un poco sirviéndome las pochas).
Aquí cuenta mucho, como siempre, el factor personal (el camarero que te toque en suerte), cómo te sirva alguien con menos ganas o con menos pochas en el puchero... además no sabía que se podía repetir, la verdad (tampoco nos lo dijo ningún camarero).
Esto me pasa por hablar demasiado con la gente (que también te hace perder "chance" al comer), ser demasiado correcto en la mesa y hacer caso y seguir directrices de los post de saber estar en la mesa y todas esas patochadas jejeje: a la próxima pido que me pongan más y pido repetir... si no se puede, pues no se puede, pero al menos lo intentaré jejeje :)
De todas formas el problema creo también que éramos tantísimos en el Mesón que es IMPOSIBLE dispensar una atención igualmente buena a todos por igual con el personal que había: depende mucho de dónde te sientes, cuándo te sirvan las pochas y quién te sirva para acabar más o menos satisfecho. Con las pochas es donde estaba la diferencia pues los otros platos no tenían pega: eran todos igual y no iban a servicio discrecional.
Yo acabé medianamente satisfecho. Todo bastante bueno pero no acabé lleno para nada. He estado en comidas infinitamente más copiosas. Eso sí, como comentan una comida muy rústica y típica de la zona y de calidad.
PD. La cena en Ramón Bilbao fue brutalmente buena y abundante, la comida en Beronia, EMHO, de escándalo (para empezar la variedad y calidad de vinos en Beronia fue mayúscula y el lechazo de categoría).