Tienes toda la razon. La uniformidad del planteamiento de las cartas creo que proviene de que pasan por el parador escuela de Santo Domingo de la Calzada. Este hecho que en sí no es malo hace que con toques de la zona sea una cocina en la que está cohartada la libertad y expresividad de un cocinero. Se ha convertido en buenos sargentos pero nunca pueden llegar a ser capitanes.
Añades la política global de precios en general altos en la restauración de paradores y más en los vinos y se ha acabado ser competitivos con nadie. Con suerte pillas alguna media pensión y alguna comida de empresa (cada vez menos) en lugares donde ir al parador es la única opción de agasajo profesional.