Bueno, siempre se ha dicho eso de la “la letra con sangre entra”, en mi caso me he aprendido los nombres a base de beber y catar los vinos, aunque lo haga menos de lo que me gustaría, en especial en caso de Selosse. Al final, de tanto beber y catar, algo se aprende, jeje.
Saludos,
Eugenio.