Eso mismo pienso yo. Estos vinos son un pequeño regalo que nos encontramos por el camino y que tenemos que saber valorar por que cada vez hay menos y son más difíciles de encontrar.
Veo difícil que las bodegas riojanas recuperen este tipo de elaboración pero nunca se sabe. En un mercado global, tan competitivo y salvaje como es el del vino es posible que la diferencia y la tipicidad pase por recuperar los modos tradicionales. Y en eso Rioja lleva ventaja sobre el resto de D.O. españolas. Hay nichos de mercados que sí que creo que están desatendidos, como el de los blancos de guarda en la restauración. No sé...
Un saludo imperial!!!!