Me gustan cada vez más los blancos riojanos que se están haciendo en los últimos años. El paso por barrica les aporta mucha complejidad, pero sin que pierdan carga frutal, que sigue siendo la protagonista. De este tipo de vinos probablemente los que más me han gustado sean los de Abel Mendoza, que lleva mucho tiempo haciendo las cosas bien.
Respecto a lo del maridaje, desde luego que son más versátiles que los tintos. De todas maneras no le doy mucha importancia a este aspecto, ya que, exceptuando en restaurantes, la mayor parte del vino que consumo lo hago sin comida de por medio. Para ser más claros, con la comida o la cena cae una copa, pero el resto de la botella la tomamos dándole tiempo al vino, de sobremesa o, mejor aún, mientras ves la tele sentado cómodamente en el sofá. Un saludo.